Si has respondido "sí" a todas o algunas de estas preguntas existe la posibilidad de que padezcas candidiasis sistémica. Y no, no es algo raro que le pase a pocas personas, al contrario, es una afeccioón muy común ya que son síntomas atribuibles a muchas enfermedades, por lo que la mayoría de las personas que los padecen no les da mucha importancia. Además es una afección que la medicina convencional no tiene muy en cuenta y no tiene un tratamiento específico y eficaz para tratarla.
Las cándidas son un tipo de levadura presente en nuestra flora intestinal y genital que, debido a un desequilibrio en la flora, produce un crecimiento excesivo de las cándidas, que pasan del estado de hongo a micelio. Esta "búsqueda" de alimento por parte de las cándidas es lo que provoca toda esta sintomatología en nuestro organismo.
Pero al contrario de lo que muchas personas hacen, no se deben tomar probióticos ni buscar remedios milagrosos en internet.
El tratamiento para la candidiasis sistémica es complejo, largo y laborioso y siempre debe estar indicado y dirigido por un terapeuta especializado en infecciones fúngicas. Un tratamiento mal hecho puede desencadenar en un empeoramiento de los síntomas o, incluso, en una cronificación de la enfermedad, provocando la alteración de la pared intestinal y causar otras patologías que agravarán el cuadro clínico, tales como: enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, artritis reumatoide, lupus, asma, psoriasis, eccema, fatiga crónica, depresión, ansiedad...
En mi consulta empezaremos por una recogida de datos para tener una historia clínica completa. Analizaremos y buscaremos cuál ha sido origen del desequilibrio intestinal para poder tratarlo.
Con la observación del iris obtendremos valiosos datos sobre el estado de la pared intestinal, la reactividad del sistema nervioso y si hay otros órganos y sistemas afectados.
El tratamiento se basa en:
- Dieta antifúngica.
- Complementos terapéuticos.
- Medidas adicionales.